LOS CAZADORES CASADOS

Esos cazadores con rifle propio desde los 7 años se querian mucho.
Con ese disfraz que simulaba rebeldia se adentraban con el pretexto de cazar ciervos en aquel lugar cada puto sabado.
Orgias desenfrenadas, nada de animales, entre ellos, entre los cuatro ( ninguno se quitaba la gorra, es mas, se la ponian).
El pueblo les miraba como heroes al llegar llenos de rasguños en las rodillas y con los pantalones muy rotos.
Una mañana muy temprano sorprendieron al párroco de la villa, que se encontraba en sus quehaceres de pan y vino el solo dentro del sagrario.
Uno de los cazadores le apunto con el rifle muy cerca, casi al punto de introducirlo en el oido del sacerdote.
En ese momento y al unísono, todos a la vez y con el mismo ritmo vocal ( como si estuviese muy preparado desde hace meses), dicen:
VAS A CASARNOS AHORA A TODOS! A LOS 4, NO DE 2 EN 2, SINO A LOS 4, DE GOLPE, AHORA!!
El párroco no habia sudado en tantos lugares de su cuerpo al mismo tiempo en toda su vida. Con suerte pudo escupir para volver a tragar saliva.